Déficit fiscal, desempleo, deuda externa y una mala distribución del ingreso nacional… ¿América Latina?, ¿África? No, Europa. ¿Por qué "de un momento para otro", lo que era un paraíso económico y social, pareciera que dejó de serlo?
Directo al grano: la crisis se originó en Estados Unidos. Allí, el sector bancario tuvo la idea de comenzar a otorgar créditos basura (sub-prime) a gente que no calificaba - según sus ingresos de aquel momento y en prospectiva- para poder re-pagarlos). Los créditos eran, en su mayoría, hipotecarios (aunque también existían de consumo), es decir, tenían como fin el acceso a la vivienda para los que no tenían, y la tentación de una 2da o 3er casa para quienes ya eran propietarios.
Gracias al poder del marketing del sector financiero, muchas personas accedieron a créditos que no podían pagar. Debido a la gran cantidad de préstamos sub-prime que se otorgaron, la construcción creció desmedidamente y el precio de las casas aumentaba sin cesar, algo que beneficiaba, en principio, a todos. Sin embargo, algo empezó a salir mal. Sucede que los bancos que habían dado los créditos hipotecarios, comenzaron a observar que los incumplimientos en los pagos de las hipotecas serían una realidad cada vez más cercana y palpable. Entonces, decidieron "securitizar su cartera de créditos". ¿Qué es esto? Simple: los bancos, armaron "un paquete financiero" –un nuevo instrumento/producto bursátil- y se lo vendieron a descuento a los inversores interesados en Wall Street. Por medio de una ingeniería financiera más simple de lo que parece (pero que no vale la pena explicar ahora en detalle), los corredores de Wall Street mezclaron estas hipotecas riesgosas con otras de menor riesgo para crear un producto atractivo que compraron instituciones financieras como las aseguradoras y hasta gobiernos de países extranjeros. Y todo esto con una premisa folclórica popular que permitía que el negocio siga rodando: "el precio de las casas, siempre sube".
Pero todo puede fallar. resulta que las personas que adquirieron los préstamos hipotecarios declararon que ya no podían pagar sus cuotas y los bancos fueron por las hipotecas de sus casas. Claro, en un principio, la crisis parecía microeconómica, es decir, afectaba al sector inmobiliario hipotecado y expulsaba del sistema (otra vez) a los agentes que habían adquirido créditos que nunca tendrían que haber adquirido por ser insolventes desde el origen. Con estos agentes nuevamente fueron del sistema, los bancos se hacían con las viviendas, pero… no eran pocas. La cantidad de impagos escaló rápidamente, y con ellos los desalojos. Ahora los bancos tenían muchas casas para vender en un mercado enfriado por el freno de los créditos que ellos mismos daban. ¿Conclusión? Venta masiva de inmuebles más caída en la demanda… ¿Resultado? Baja abrupta de los precios en el mercado real.
Ahora bien, de micro a macro dicen que puede haber un paso, sobre todo cuando en el medio están los bancos. Además de tener los bancos una cartera llena de inmuebles invendibles, el resto del sistema financiero tenía instrumentos financieros derivados de esos mismos préstamos originales que ya no rendían lo que antes, naturalmente, porque ya nadie pagaba su hipoteca, ergo nadie cobraba los intereses del crédito. La bomba explotó y muchos bancos, financieras, brokers e inversionistas particulares, quebraron. La economía estadounidense se hundió en una crisis de liquidez (racionamiento de crédito) y la súper máquina capitalista entró en recesión por falta de financiamiento. El desempleo creció y con él se amplió la brecha entre ricos y pobres, aún más.
El gobierno de USA buscó salir de la deuda haciendo emisiones gigantescas de nuevos dólares y rescatando a aquellas entidades financieras e industrias endeudadas consideradas como vitales para la reactivación económica, pero esa, es otra historia. Ahora, tenemos que ver como esta maraña, llegó a Europa
¿Recuerdan aquellos paquetes financieros formados por una mezcla de hipotecas riesgosas y otras que no lo eran tanto? Bueno, muchos fueron comprados por bancos y gobiernos extranjeros, como los europeos. Esos bancos europeos, a la hora en que los insolventes del principio de la historia (los agentes sub-prime que tomaron las hipotecas) dejaron de pagar, también se encontraron en graves problemas. El grado de integración financiera global, hijo de la globalización, le jugó una mala pasada al viejo continente.
Además, el racionamiento de crédito provocó el freno de la actividad económica de algunos países de Europa, básicamente los menos productivos como España, Grecia, Portugal e Italia. ¿Por qué? Porque estos países basaban su economía en el continuo re-financiamiento (la toma de crédito) y la falta del mismo provocó el inicio de una fuerte recesión.
Para aclarar un poco esta cuestión, vamos a hablar de una Europa dividida en dos: la Europa más productiva y la Europa menos productiva. En el primer bloque, encontramos a países como Alemania, Francia y Finlandia. En el 2do, otros como España, Grecia y Portugal. Alemania, el país más productivo y económicamente más consolidado, incentivó al bloque menos productivo a tomar crédito, porque un alto porcentaje de sus exportaciones tiene como destino dichos países. El consumo de los menos productivos se traducía en ganancias alemanas. Luego de la crisis hipotecaria, los países tomadores dejaron de tener acceso al crédito para la producción, pero también para el consumo, porque los rescates que les proveyeron el banco europeo y el FMI fueron básicamente para refinanciar su deuda ya existente. A partir de aquí, el problema de los países menos productivos se fue desbordando cada vez más hasta amenazar el equilibrio de otro que no fue tan afectado por la crisis: la misma Alemania.
Si yo le presto dinero a una persona y luego, de buena fe, no puede devolvérmelo... ¿Quién tiene el problema? Probablemente yo, puesto que esa persona ya más no puede perder. Ese es el lugar de Alemania hoy en la Unión Europea: le pide a los países en crisis que ajusten los gastos pero, cuanto más ajustan, menos compran a Alemania... todo un dilema. En medio de esta disyuntiva, los ciudadanos alemanes con su mayor productividad y sus mayor nivel impositivo, financian a países como Grecia, que ni quiere ajustar tanto como le piden, ni es la mitad de productivo que Alemania.
Ahora, la dupla Alemania-Francia sufrió una mutación, Sarkozy se convirtió en ex-presidente de Francia y Hollande tomó el cargo. Éste último, de escuela socialista, planteó que el ajuste y la continua re-financiación de deuda no solucionarán por sí solos la crisis y que es de suma necesidad comenzar con un proceso de incentivos al desarrollo y la producción para re-activar la economía. Bueno, esto suena un poco más lógico, ¿No?
España cambió el gobierno y cuenta con un Rajoy pro-ajuste que ni recortando sobre lo recortado puede salir del pozo en el que está inmerso su país. Es importante recordar que España cuenta con un desempleo del 25%, con una economía en recesión y una deuda más grande que el doble de su PBI.
Dos problemas principales tiene Europa: tras la unión monetaria, los países no pueden devaluar sus monedas (que valgan menos que las del resto) entre sí para ganar competitividad y expandir exportaciones. Tampoco están dispuestos a devaluar en bloque frente al dólar. Otro problema, es que no pudieron equilibrar economías deficitarias con superavitarias, por ejemplo, con movilidad de factores como la mano de obra. Parece que las barreras culturales siguen siendo importantes a la hora de que desempleados de un país, busquen puestos de trabajo en otros.
"A ser idiota por naturaleza
Y caer siempre ante la vaga certeza
De que en esta tierra todo se paga..."
Comentarios
Publicar un comentario